¡Y llegó el último día del
viaje! Pero no por ser el último iba a ser el menos interesante, aunque el
cansancio ya había hecho mella en el grupo. Y si no, mirad, mirad…
No hemos dirigido al sur de
Manhattan, porque es en el único sitio que hemos encontrado en el que podíamos
asistir a un servicio Gospel sin tenernos que “chupar” dos horas y media de
celebración religiosa.
El sitio es interesante, y la
gente acogedora; la Diaconisa ha ido pasando por toda la sala, dando la
bienvenida a los asistentes.
La celebración es, en sí, un
auténtico show: equipos de sonido dignos de grandes grupos de rock, y un
servicio de karaoke para que los asistentes puedan cantar las canciones (¡y
vaya si las hemos cantado!).
Cuando nos hemos cansado, aún sin haber terminado (porque estos
espectáculos son interminables) nos hemos ido a la Universidad de Columbia,
donde hemos hecho los deberes que nos había mandado el profe de Literatura, con
recitaje de poesía, grabación de un vídeo, etc. Han participado hasta los
profes que nos están acompañando durante todo el viaje, no os decimos más…
También hemos visitado el Memorial del General Grant y nos hemos dado una
vuelta por Harlem hasta el río Hudson.
Hemos regresado al hotel con
antelación suficiente para comer en los alrededores y recoger las maletas para
marcharnos al aeropuerto. ¡Sniff, sniff, que pena más grande…! Ocho horitas de
vuelo, cuatro más de carretera y daremos por finalizado este estupendo viaje,
en el que hemos conocido otra cultura, hemos convivido con nuestros compañeros,
…
La carga de maletas en el bus nos devolvía a la realidad: que esta experiencia se acababa, y que en el recuerdo quedarán unos días estupendos, en una ciudad alucinante. Y es que, como nos contaba la profe Bea que le había dicho una señora en el Metro:
¡¡"This is New York city, baby"!!
¡Hasta siempre, NYC!
El viaje de regreso no ha tenido mucho que reseñar. Hemos llegado al aeropuerto y facturado. Después del vuelo, nos estaba esperando nuestro autobús para llevarnos de regreso a casa. Tras una parada en el Hotel Avis de Alcolea del Pinar, para tomar algo, continuamos viaje. Hora prevista de llegada: 14:00, al mismo lugar de salida.
El viaje de regreso no ha tenido mucho que reseñar. Hemos llegado al aeropuerto y facturado. Después del vuelo, nos estaba esperando nuestro autobús para llevarnos de regreso a casa. Tras una parada en el Hotel Avis de Alcolea del Pinar, para tomar algo, continuamos viaje. Hora prevista de llegada: 14:00, al mismo lugar de salida.
Oooojjjj, que ganas teníamos de comer comida española... 😁 |